Título: Seducción
Serie: Mi Hombre #1
Autor/a: Jodi Ellen Malpas
Género: Romántico erótico
Editorial: Planeta
Nº de Páginas: 560
Tres... Sé que él no me conviene.
Dos... Mi instinto me grita que salga corriendo.
Uno... Pero si sigue mirándome así...
¿Qué haré cuando llegue a cero?
Indomable, controlador, autoritario, implacable, dulce, provocador...
Es peligroso.
Es enigmático.
Es absolutamente adictivo.
Es mi hombre.
Ava es una decoradora que trabaja en una conocida agencia de decoración y que vive en un piso en Londres con su mejor amiga Kate. Un día recibe una llamada para decorar el ático de un famoso hotel, para ello antes tiene que reunirse con el dueño un hombre de negocios llamado Jesse. Tras su reunión Jesse queda tan intrigado por Ava que hace todo lo posible por no perderle la pista, cosa que le sorprende y asusta al principio, la verdad es que yo también lo estaría imaginaos la situación. Bueno después de esto y tras pensarlo varias veces esta decidida a dejar el proyecto de decorar del ático pero su jefe la convence para que no lo haga haciéndole saber que Jesse sólo la quiere a ella así que a regañadientes decide volver con el proyecto y terminarlo. Como en todo evento importante se hace una fiesta para inaugurar el ático, en esa fiesta a la que Ava esta invitada se encuentra con Jesse después de estar días sin contacto con él por todo el tema de seguirle los pasos y demás, por ello Jesse le pide perdón, explicando que no volverá a ocurrir. La tensión entre ellos es mas que palpable a si que así sin mas se besan tras eso Ava se entera que Jesse es el dueño del ático, lo acaba de comprar. Tras el beso Ava empieza a sentirse mal al creer que la mujer que había visto antes con Jesse era su novia, con el tiempo descubrirá que nada es como ella cree. Tras varios encuentros profesionales y no tan profesionales deciden comenzar una relación no del tipo amorosa ya que el principal elemento
es el sexo, ambos saben que no llegarán a nada serie y que sólo lo hacen para divertirse aunque para ella parece demasiado tarde. Ava un día se fija en que Jesse tiene una rara cicatriz en el abdomen, que no parece para nada hecha quirúrgicamente tal y como ella la describe. Ante tal intriga un día decide preguntar sobre ello a lo que Jesse responde que no es nada que deba saber y de lo que no quiere hablar. Entre ellos hay muchas discusiones tontas, la mayoría de ellas provocadas por el interés que tiene Jesse de que Ava pase el mayor tiempo posible con él en La Mansión, lugar de trabajo de Jesse. Cosa a la que Ava se niega ya que tras varios encuentros no muy agradables con la amiga de Jesse. Y asi termina con ellos dos enfadados por una gran discusión al descubrir Ava que es lo que realmente se hace en ''La Mansión''. Aunque una vez que estas metido en el libro y vas cavilando un poco puede llegar a descubrir de que se trata, me lo olía mas o menos. Ava es un personaje normal, una chica trabajadora soltera que acaba de salir de una relación de varios años con Matt. El cual me parece un autentico pelmazo y eso que solo ha salido un par de veces. No se calla nada se enfrenta a Jesse y a sus ''ordenes'' pero que cuando se encuentra delante de él pierde fuerza con la excusa de que esta enamorada. Jesse por el contrario es un personaje misterioso e inseguro, después de leer la primera parte te das cuanta de que no conoces nada sobre él, ni su oscuro pasado que parece tormentarle tanto. ¡Pero si ni siquiera dice su edad! Arg, eso me ha tenido intrigada todo el libro, cada vez que Ava le preguntaba añadía un año mas, empezó con veintiuno años y ha terminado cerca de los treinta. Como novela erótica encuentro varias similitudes con varias de este mismo genero que ya he leído, y no me refiero solo a las escenas de sexo las cuales están bien escritas, no rozan la vulgaridad. Pero aun así seguiré con la segunda parte para descubrir que es lo que esconde el pasado de Jesse, cuantos años tiene y si continua o no su relación con Ava.
“—Estás temblando.
—Me haces muy feliz. —Pensaba que te volvía loco. —Me vuelves loco de felicidad. También me cabreas hasta volverme loco. —Te prefiero loco de felicidad. Das miedo cuando te vuelves loco de cabreo. —Entonces deja de hacer cosas que me cabreen hasta volverme loco. Nunca te haría daño a propósito, Ava. Lo sabes, ¿verdad?.
—Lo sé…”
